EL PODER CURATIVO DE LAS PALABRAS

miércoles, 27 de agosto de 2008


Me siento feliz de compartir la vida con personas geniales. Gente con la que puedes compartir cualquier cosa y que cuando realmente los necesitas están ahí.
Hace unos días que estaba intranquilo, revuelto, todo lo que me rondaba por la mente parecía no tener fin y de pronto, la persona que menos te esperas te da una lección.
Te pasas el tiempo analizando, viendo señales, exponiendo evidencias de la vida, clarificando el camino a muchos y cuando realmente debes aplicártelo, no sabes como hacerlo.
A veces, unas bonitas palabras a tiempo pueden hacer mucho. A todo el mundo le cuesta confiar hoy en día, dejarse llevar por lo que siente en el momento, abrazar el destino tal y como viene y si tuviéramos alguien a nuestro lado que pudiera guiarnos constantemente, seguro que sería mucho más fácil, pero desgraciadamente no es así. Estamos solos. Solos para absolutamente todo, pero al igual que el refrán dice que Dios aprieta pero no ahoga, la vida es exactamente igual, a veces aprieta, pero siempre surge alguien que tiene justo la palabra que necesitamos.

Una palabra acertada, puede ser mucho más curativa que cualquier medicamento. No olvidemos prevenir también en nuestro sentimientos.

Foto: Con Pau haciendo yoga.



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