En pleno agosto, cuando todo el mundo ha desaparecido, celebrar un cumpleaños es bastante engorroso, pero el caso es que logramos estar todos, y compartir una vez más como nos estamos acostumbrando a hacer.
Manolo y Concha son de esas personas que aunque conozcas de hace poco, tienes la sensación de coincidir desde hace mucho, que dan, que se muestran tal cual son, y que además tienen un espíritu de lo más generoso. Su labor con el reiki lo dice todo, pero eso es otro cantar.
Manolo cumplió un año más y allí que lo celebramos con cena, salida y baile.
Eva guapísima junto a Roger y su flor que era como un tercer invitado, Miguelón tan majo como siempre al lado de Germán alias "me voy pa Oriente" ( a ver qué nos cuenta a la vuelta), Carlos que es un Sol de hombre con quién estoy encantado de haberme encontrado en esta vida, y que siempre es maravilloso charlar y compartir anécdotas con él, y todo esto featuring Concha (alias "la Baker") que además de un corazón con patas, sus historias son para mondarse y quererla más (la de la búsqueda del piso con lanzamiento de pantalla de ordenador la que más). Naturalmente éramos muchos más, pero el blog no me daría de sí.
Gracias por cruzaros en mi camino y por muchos aniversarios más.
Foto 1: Eva y su flor tan bonita como ella.
Foto 2: Concha degusta su uña mientras Carlos la mira esperando que comparta con él...
Foto 3: Manolo mirando de lao... a lo cartel de película americana.
Foto 4: Yo mismo protegido por la mosso d'esquadra más chula de la comarca.
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